Impedir la infección por el SARS-CoV-2 gracias a una molécula de origen bacteriano
Esta molécula, llamada Cianovirina-N, de manera similar a los anticuerpos generados por las vacunas, se une a la proteína Spike del SARS-CoV-2, lo que le permite bloquear la entrada del virus en las células
Con la administración de las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2 a nivel global, el riesgo de muerte de la población disminuyó notoriamente, así como el transcurso grave de la COVID-19. Sin embargo, frenar la transmisión y capacidad de infección de este virus es todavía un objetivo para la comunidad científica. Con esta finalidad en mente, un equipo científico internacional liderado por el National Cancer Institute de los Estados Unidos, y que cuenta con la participación del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa –centro impulsado conjuntamente por la Fundación ”la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña–, la Universidad de Lleida-Agrotecnio Centro CERCA y EMBRAPA (Brasil), ha publicado un estudio en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en la que demuestran la eficacia de una molécula llamada Cianovirina-N a la hora de inhibir la infección de varias variantes del SARS-CoV-2, especialmente Delta y Ómicron. Para ello, la molécula se une a la proteína Spike del virus y bloquea su función impidiendo la entrada del virus en las células. La Cianovirina-N es una proteína producida por una bacteria y ya había revelado anteriormente su eficacia a la hora de evitar que virus como el del Ébola, la gripe, la hepatitis C y el VIH entren en las células. “Hasta ahora, no existían estudios que evidenciaran que la Cianovirina-N fuera también efectiva a la hora de evitar la infección por el SARS-CoV-2, no solo a nivel de cultivos de células en el laboratorio, sino también en modelos animales”, explica Jordana Muñoz-Basagoiti, primera autora del artículo.
Evitar la infección por diferentes variantes del SARS-CoV-2
La aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2, cada vez más transmisibles y con mayor capacidad para escapar a la respuesta inmunitaria inducida por las vacunas, ha acelerado la necesidad de diseñar estrategias complementarias que eviten la infección causada por este virus. “Gracias a este estudio internacional hemos podido mostrar que la Cianovirina-N sería una potencial herramienta contra el SARS-CoV-2”, celebra Nuria Izquierdo-Useros, investigadora principal de IrsiCaixa. El personal investigador ha podido demostrar estos resultados en modelos animales y ha observado una reducción de la carga viral a nivel de fosas nasales y pulmones.
El equipo científico, además, ha cuantificado que este compuesto sería el doble de efectivo bloqueando la variante Ómicron en comparación con la variante original del SARS-CoV-2. “El hecho de que la parte de la proteína Spike a la que se une la molécula de estudio esté tan conservada es un punto a favor, ya que hará que la efectividad de la Cianovirina-N no se vea comprometida con la aparición nuevas variantes del virus”, justifica Izquierdo-Useros.
La Cianovirina-N como estrategia complementaria a las vacunas
Para llevar a cabo su función, la Cianovirina-N se une a una parte de la proteína Spike del SARS-CoV-2 distinta a la que se une el principio activo de las vacunas, fármacos antivirales y terapias de anticuerpos monoclonales. Así, el uso de estas moléculas no sería incompatible con el de las estrategias terapéuticas mencionadas, sino que podría ser complementario. “La Cianovirina-N podría presentar varias ventajas respecto a las vacunas. Por un lado, su efecto sería más inmediato ya que no habría que esperar a que el sistema inmunitario generase anticuerpos. Además, para las personas cuyo sistema inmunitario no responda correctamente, como es el caso de las personas con inmunodeficiencias, la Cianovirina-N sería una buena opción terapéutica”, comenta Julià Blanco, investigador principal de IrsiCaixa. "Por otra parte, sabemos que la producción a gran escala de este compuesto es viable y económicamente asumible, incluso por los países de renta baja, sobre todo cuando se usan sistemas de producción vegetal", añade Paul Christou, investigador ICREA en la Universidad de Lleida.
El siguiente paso sería demostrar la eficacia de este compuesto en humanos a través de ensayos clínicos, como ya se ha hecho con otras moléculas capaces de prevenir infecciones virales.