Identificadas 5 moléculas que servirán para estudios internacionales sobre el diagnóstico de la fatiga crónica
Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa han comparado muestras de pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y personas sanas con el objetivo de explorar nuevas herramientas de diagnóstico. Actualmente, la detección de esta enfermedad se basa sólo en la evaluación de los síntomas.
- Los científicos también han identificado moléculas presentes en las células del sistema inmunitario de los pacientes de SFC que podrían utilizarse en estudios de muestras criopreservadas, lo cual tendrá utilidad de cara a futuros estudios multicéntricos internacionales. Los resultados se presentan hoy, 5 de junio, en la Casa del Mar de Barcelona.
- El estudio “Caracterización de células T-reguladoras en pacientes con EM/SFC” ha sido financiado gracias a una campaña de micromecenazgo en Verkami impulsada por la Asociación de Sanitarios al Servicio de la Encefalomielitis Miálgica, ASSSEM, con la que se recaudaron 29.000 euros. El proyecto ha contado con la colaboración de la Unidad de Fatiga Crónica del Hospital Universitario Vall d’Hebron.
El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), también llamado Encefalomielitis Miálgica, es una enfermedad compleja que afecta a los sistemas inmunitario, neurológico, cardiovascular y endocrino. Provoca un cansancio constante que no puede atribuirse a un esfuerzo reciente y que no mejora con el descanso, una pérdida sustancial de concentración, dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente. También puede causar intolerancia a la luz, al estrés emocional y a la actividad física. Por todo ello, los pacientes se ven obligados a reducir de forma significativa su actividad diaria.
“Los enfermos de SFC tienen alteraciones del sistema inmunitario: inflamaciones, fenómenos autoinmunes, infecciones recurrentes… Falla alguna cosa del sistema inmunitario, pero no sabemos exactamente qué”, explica el Dr. Julià Blanco, investigador del Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol en IrsiCaixa, coordinador del estudio y responsable del grupo de Virología e Inmunidad Celular. Se estima que el SFC afecta a 1 de cada 1.000 personas en España, aunque se trata de una cifra difícil de calcular debido a los problemas de diagnóstico de esta enfermedad. “Produce una sintomatología difícil de cuantificar, por lo que los criterios de diagnóstico pueden variar mucho entre, por ejemplo, ciudades diferentes”, añade el Dr. Blanco. Ahora, su equipo ha identificado 5 moléculas que podrán utilizarse en estudios internacionales destinados a mejorar la detección de esta enfermedad.
El equipo de Blanco ya identificó en 2013 una combinación de 8 marcadores inmunológicos que se asociaban con el SFC. A raíz de ello, la Asociación de Sanitarios al Servicio de la Encefalomielitis Miálgica, ASSSEM, organizó en marzo de 2014 una campaña de micromecenazgo en Verkami para financiar la continuación de este trabajo previo. Los objetivos del proyecto, para el que se recaudaron 29.000 euros, eran definir nuevas herramientas de diagnóstico, comprender mejor las causas del SFC e identificar posibles dianas terapéuticas. Los resultados fueron presentados en el Biomedical Research into ME Colloquium 5, los días 26 y 27 de mayo en Londres.
Validez en muestras congeladas
En su estudio previo, realizado con muestras frescas de 22 pacientes y publicado en el Journal of Translational Medicine, científicos de IrsiCaixa habían detectado que los pacientes con SFC presentan alteraciones en las células T-reguladoras y NK del sistema inmunitario, y señalaron 8 marcadores que podrían ayudar al diagnóstico. Ahora, para el estudio “Caracterización de las células T-reguladoras en pacientes con EM/SFC”, los investigadores han trabajado con muestras criopreservadas de 18 pacientes de SFC y 18 personas sanas. Comparando las características del sistema inmunitario en ambos casos, los científicos han confirmado que al menos 5 de las 8 moléculas identificadas con anterioridad se pueden medir en células congeladas. Algunas de estas moléculas se asocian al funcionamiento de las células T-reguladoras.
Las células del sistema inmunitario se clasifican dentro de grupos diferentes. Estos grupos se encuentran interconectados, y lo que pasa en uno afecta a los demás. Las células T-reguladoras son un grupo reducido pero muy importante, ya que controlan la actividad de las células T, que son las más numerosas y las encargadas de coordinar la respuesta inmunitaria.
Futuros proyectos
Los resultados obtenidos son especialmente útiles de cara a la realización de futuros estudios que validen estos datos, que se realizarían a nivel internacional y siempre con muestras congeladas. De hecho, IrsiCaixa prepara actualmente una investigación que se realizará por iniciativa de la Fundación de Afectados y Afectadas de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, Fundación FF. Este proyecto, que se llevará a cabo en colaboración con la Unidad de Fatiga Crónica del Hospital Universitari Vall d’Hebron, el Biobanco del London School of Hygiene and Tropical Medicine y el Biobanco del Oslo University Hospital, analizará 180 muestras que permitirán generar una base de datos conjunta para próximos estudios y comprobar si hay diferencias de diagnóstico entre distintos centros y países, lo que podría tener implicaciones clínicas. Además, se asociará la disfunción inmunitaria con la severidad de la enfermedad y se estudiarán las posibles alteraciones de las células B del sistema inmunitario en pacientes con SFC.