El cáncer de mama puede sufrir modificaciones genómicas y del micro-ambiente que rodea el tumor durante la administración de terapias preoperatorias
Un estudio con participación de Leticia de Mattos Arruda, investigadora principal de IrsiCaixa, caracteriza los cambios producidos en tumores de mama durante el tratamiento con quimioterapia preoperatoria
Un estudio de Leticia de Mattos Arruda, investigadora principal de IrsiCaixa, publicado en npj Breast Cancer, parte de la serie de revistas asociadas a Nature, determina los cambios genómicos y del micro-ambiente tumoral producidos en biopsias de 35 pacientes con cáncer de mama durante el tratamiento con quimioterapia preoperatoria. El proyecto, que empezó en el Cancer Research UK Cambridge Institute y el Vall d’Hebrón Instituto de Oncología, y que cuenta con la colaboración de investigadores nacionales e internacionales, ha caracterizado el perfil genómico y el micro-ambiente que rodea el tumor para poder entender cómo los tumores primarios de cáncer de mama son remodelados durante la quimioterapia. En concreto, se han centrado en un subtipo de estos cánceres llamado HER2-negativo, debido a que no tiene niveles altos de la proteína HER2, y en los llamados triples negativos, porque no expresan ni HER2 ni ninguno de los receptores hormonales descritos para clasificar los tumores de mama.
Las decisiones clínicas en pacientes con cáncer de mama que están en estadios iniciales de la enfermedad se toman en función de marcadores moleculares, que clasifican los tumores de mama en diferentes subtipos. Estos marcadores se basan en características concretas de los tumores en el momento del diagnóstico, pero es necesario tener en cuenta las modificaciones que sufren los tumores durante la administración del tratamiento sistémico, es decir, entre el momento de la biopsia diagnóstica y la intervención quirúrgica. “Hay muy poca información que detalle cómo es el tumor de las pacientes durante este intervalo y por esto quisimos entender si se producen cambios durante la terapia preoperatoria,” explica Leticia De Mattos Arruda, investigadora principal del grupo Neoantígenos y Vacunas Terapéuticas contra el Cáncer (NeoVaCan) de IrsiCaixa y primera autora del estudio.
Para poder estudiar posibles variaciones del tumor, el equipo investigador estudió muestras secuenciales de 35 pacientes con cáncer de mama en estadios iniciales antes, durante y 12 semanas después tratarse con eribulina. Este fármaco, que es un quimioterapéutico aprobado como terapia estándar para la enfermedad avanzada, se administró de forma preoperatoria en un ensayo clínico conducido en el Hospital Vall d´Hebron. A partir de las muestras se analizaron las mutaciones, el perfil de expresión génica y el ambiente que rodea el tumor para poder recopilar información sobre los cánceres primarios de mama HER2 negativos.
Los resultados demuestran que el perfil de mutaciones variaba entre las pacientes pero que en una misma paciente los cambios a lo largo del estudio eran mínimos. A partir del análisis genómico también se predijeron posibles neoantígenos. Estas pequeñas proteínas tienen mutaciones características del tumor y pueden tener aplicación terapéutica, puesto que permiten diferenciar las células cancerígenas de las normales y diseñar estrategias dirigidas contra el cáncer.
Durante el estudio también se caracterizó el ambiente tumoral y la presencia de linfocitos, células del sistema inmunitario, dentro del tumor después de recibir la terapia preoperatoria. Esta segunda característica suele estar relacionada con buen pronóstico de la enfermedad, puesto que significa que las defensas están actuando contra las células cancerígenas. Los resultados demuestran mayor infiltración de linfocitos en pacientes con el subtipo triple negativo y se ven incrementadas la presencia de proteínas relacionadas con la infiltración inmunitaria y reducidas las proteínas relacionadas con la muerte celular programada en las pacientes que respondían bien a la terapia. Además, la reversión de la transición epitelio-mesénquima (del inglés, epithelial–mesenchymal transition (EMT)) y restauración de la hipoxia tumoral tras la administración de eribulina podría conducir a la mejora de características inmunosupresoras en los tumores primarios de mama que responden bien a la terapia.
Todos estos resultados sugieren que las variaciones genéticas y del ambiente del tumor pueden influenciar a la respuesta contra el tratamiento preoperatorio en estadios iniciales del cancer de mama. “Los resultados han permitido caracterizar muy detalladamente qué está pasando dentro del tumor mientras se administra la quimioterapia pre intervención quirúrgica”, añade De Mattos. “Estos datos serán útiles para poder tomar decisiones clínicas en función del estado del tumor y monitorizar la eficacia del tratamiento de forma muy precisa”, concluye.