Administrar inmunoglobulinas puede mejorar la evolución de las personas con una COVID-19 grave
Un estudio liderado por IrsiCaixa ha demostrado que la administración intravenosa de una dosis elevada de inmunoglobulinas (IVIG) puede ser útil como tratamiento de la COVID-19 en personas que tienen una sintomatología grave, gracias a su capacidad de combatir la inflamación
Después de casi 200 millones de personas que han pasado la COVID-19 en todo el mundo, el funcionamiento de esta enfermedad es todavía una gran incógnita. Aun así, algo que la comunidad científica asocia con una sintomatología grave de esta enfermedad es una respuesta inflamatoria excesiva. Ahora, un estudio liderado por IrsiCaixa ha demostrado que la administración intravenosa de una dosis elevada de inmunoglobulinas (IVIG) puede ser útil como tratamiento de la COVID-19 en personas que tienen una sintomatología grave, gracias a su capacidad de combatir la inflamación.
Aunque actualmente disponemos de vacunas que pueden prevenir con eficacia la enfermedad grave causada por el SARS-CoV-2, todavía nos queda mucho camino por recorrer en cuanto al desarrollo de fármacos y terapias que ayuden a paliar los síntomas graves de la COVID-19. “Una de las estrategias que estamos estudiando es la administración intravenosa de una dosis elevada de inmunoglobulinas, que son anticuerpos obtenidos de personas que no necesariamente hayan estado infectadas por el SARS-CoV-2”, comenta Mª Luisa Rodríguez de la Concepción, investigadora postdoctoral en IrsiCaixa y coautora del estudio.
Marcadores de inflamación
El personal investigador implicado en el estudio analizó un total de 41 marcadores relacionados con la inflamación a partir de muestras de plasma obtenidas de 5 pacientes con COVID-19 hospitalizados y tratados con IVIG. Estos marcadores se analizaron justo antes del inicio del tratamiento, y los días 3, 7 y 14 postratamiento. “Lo que hemos podido observar es que algunos de los marcadores analizados disminuyeron durante las dos semanas posteriores al inicio del tratamiento. Pues, podemos decir que la administración de IVIG en estos pacientes puede mejorar su evolución clínica gracias a que combate la respuesta inflamatoria excesiva desarrollada por el paciente”, explica Erola Ainsua Enrich, investigadora postdoctoral en IrsiCaixa y coautora del estudio. En concreto, el estudio demuestra que moléculas como las citoquinas, entre otros factores que determinan un elevado estado de inflamación, se ven reducidas después del tratamiento.
Evitar la severidad de la enfermedad
La excesiva inflamación que hay tras los casos graves de COVID-19 está relacionada, en parte, con una respuesta descontrolada por parte del sistema inmunitario a la hora de intentar combatir el virus. Esta respuesta puede ser responsable del daño que sufren algunos órganos, como los pulmones, en los pacientes más graves. “La administración de IVIG fue bien tolerada por los pacientes del estudio i mejoró su proceso de recuperación, reduciendo los niveles de inflamación”, describe Jorge Carrillo, investigador principal en IrsiCaixa i colíder del estudio. “Estos resultados suponen una prueba de concepto y abren el camino a nuevos estudios clínicos con más pacientes que permitan corroboran los resultados. De hecho, actualmente hay en marcha un ensayo clínico a nivel global para poder estudiar la posibilidad de usar estas inmunoglobulinas en los casos más graves para los cuales, actualmente, no tenemos ningún tratamiento específico”, concluye.