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Un trabajo del consorcio IciStem, premiado en el congreso anual de la European Society for Blood and Marrow Transplantation

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El trabajo se basa en el estudio de 2 pacientes que forman parte del proyecto IciStem, un consorcio internacional para investigar una cura potencial del VIH mediante el trasplante de médula ósea. IciStem está codirigido por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa (Barcelona) y por la University Medical Center Utrecht (Países Bajos).

El especialista en Medicina Interna y actual residente de Hematología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada Jon Badiola ha sido premiado con uno de los Best Young Abstract Awards que se entregan en el congreso anual  de la European Society for Blood and Marrow Transplantation (EBMT), que reconoce los mejores trabajos de investigadores menores de 35 años. El trabajo se integra dentro del consorcio IciStem, codirigido por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa (Barcelona) y por la University Medical Center Utrecht (Países Bajos). El galardón le ha sido entregado hoy en Lisboa, por un estudio que analiza los factores relacionados con el trasplante de médula ósea que pueden influir en una potencial cura de la infección por el VIH.

El trabajo se basa en el estudio de 2 pacientes del hospital granadino que forman parte del proyecto IciStem, un consorcio internacional para investigar una cura del VIH mediante el trasplante de médula ósea. Financiado por The Foundation for AIDS Research, amfAR (EEUU), IciStem surgió a raíz del caso del Paciente de Berlín, Timothy Brown, una persona infectada por el VIH que en 2008 recibió un trasplante de médula ósea que tenía una mutación, llamada CCR5 Delta32, que impedía que el virus infectara las células. Tras el trasplante, el virus empezó a desaparecer en el organismo de Brown. Hoy en día está curado de la leucemia que padecía y se considera la única persona del mundo que se ha curado de la infección por el VIH.

 

Objetivo: eliminar el reservorio

IciStem recluta pacientes con un cáncer hematológico que han sido sometidos a un trasplante de médula y están infectados por el VIH, para intentar averiguar qué otros factores, además de la mutación, influyeron en la curación de Brown. Hasta el momento, en el marco del consorcio se han realizado 25 trasplantes. Badiola, que pertenece al equipo liderado por el Dr. Manuel Jurado, presenta en el EBMT un trabajo centrado en dos pacientes de Granada que fueron trasplantados en 2009 y 2013, respectivamente, de donantes que no presentaban la mutación CCR5 Delta32.

Durante este tiempo, los científicos han analizado la medida de su reservorio viral, que son las células que están infectadas por el VIH pero permanecen en estado latente, por lo que el sistema inmunitario por sí solo no puede detectarlas y destruirlas. Actualmente, el reservorio se considera el principal obstáculo en la búsqueda de una cura contra el VIH.

En los dos individuos estudiados por Badiola se ha observado una reducción del reservorio hasta niveles aparentemente indetectables. Esto significa que los científicos no consiguen localizar VIH ni en la sangre ni en los tejidos de los pacientes, lo cual no implica necesariamente que el virus haya sido eliminado completamente. “Hasta que no se suspenda el tratamiento antirretroviral no podremos asegurar que se ha erradicado el virus, ya que al hacerlo podría reaparecer la replicación viral de VIH latente en los reservorios -explica Badiola-. Pero desde luego es un buen indicador del potencial beneficio del trasplante”.

“De momento, el trasplante de médula ósea es la única intervención médica que ha conseguido una reducción así –indica Javier Martínez-Picado, investigador ICREA de IrsiCaixa y codirector de IciStem-. Esto nos impulsa a investigar más a fondo qué ha ocurrido en esos reservorios después del procedimiento”, añade. Martínez-Picado codirige IciStem junto con Annemarie Wensing, viróloga clínica del University Medical Center Utrecht (Países Bajos).

 

Colaboración entre especialidades

Badiola destaca que los resultados obtenidos en el consorcio “son fruto de la colaboración entre especialistas médicos e investigadores. Los avances que se han conseguido hasta el momento son un claro reflejo de que la colaboración entre especialidades y entre centros es lo que permite avanzar en campos tan complejos como la biomedicina”.

Los investigadores insisten en que el trasplante de médula ósea es un procedimiento de riesgo, por lo que no se puede plantear como tratamiento contra el VIH y solo se lleva a cabo en situaciones en que el cáncer no deja otra opción terapéutica. El objetivo actualmente es investigar los factores que ayudan a erradicar al virus para luego mimetizarlos en el diseño de nuevas estrategias farmacológicas seguras y alternativas al trasplante.

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