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Cinco años de investigación en Can Ruti demuestran la necesidad de implantar controles rutinarios del Virus del Papiloma Humano en ano en hombres y mujeres VIH + independientemente de su práctica sexual

1. La Unidad de VIH de el Hospital Universitario “Germans Trias i Pujol” (Can Ruti) de Badalona lleva trabajando y ofreciendo servicio de detección, diagnóstico y control de la infección por el virus del papiloma humano (VPH), así como el tratamiento de las lesiones causadas por la infección por el VPH a todos los pacientes VIH positivos que se visitan desde el año 2004.

2. El proyecto ha sido posible durante estos cinco años gracias a la colaboración entre la Unidad de VIH de Can Ruti y especialistas multidisciplinarios de la Fundació Lluita contra la Sida, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y la empresa General Lab.

3. Can Ruti es uno de los primeros hospitales de Europa en ofrecer este tipo de servicio a todos los pacientes VIH+ y tratar las lesiones precancerosas detectadas mediante rayos infrarrojos, que permiten eliminar la lesión en la propia unidad, sin intervenciones en el quirófano, con mínimas molestias para el paciente y buenos resultados, de modo que se evita el ingreso.

Los resultados obtenidos en estos cinco años de medicina preventiva e investigación muestran que el porcentaje de personas VIH positivas coinfectadas con el VPH es muy elevado. A causa de la debilidad de su sistema inmunitario, tienen menos probabilidades de eliminar el virus del papiloma y, en consecuencia, la infección presenta una evolución mucho peor que en las personas VIH negativas, además de incrementarse el número de casos de lesiones premalignas y cáncer.

La experiencia de estos cinco años aporta evidencias sobre los beneficios del control rutinario de la infección por VPH en los grupos de mayor riesgo, que son las mujeres y los hombres que practican sexo con hombres y son VIH positivos.

Además, en el caso de la localización del VPH en ano, aunque los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres son los más afectados, el estudio demuestra que tanto los hombres como las mujeres VIH positivos que no practican sexo anal pueden estar infectados también por VPH en esta zona. En consecuencia, el seguimiento de estos pacientes permitirá determinar si es necesario hacer controles rutinarios a todas las personas VIH+ a nivel ano-rectal.

Las conclusiones presentadas hoy en rueda de prensa son fruto de una serie de publicaciones científicas internacionales recogidas durante los últimos cinco años, gracias a la colaboración entre la Unidad de VIH de Can Ruti y especialistas multidisciplinarios de la Fundació Lluita contra la Sida, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y la empresa General Lab y que han servido para consolidar dos cohortes de pacientes VIH+ sin antecedentes de patología genital asociada: una de hombres y otra de mujeres.

La infección por VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente (un 75% de la población la adquirirá a lo largo de su vida). En personas sanas, el VPH es eliminado en la mayoría de los casos por el propio cuerpo, de forma natural y sin provocar ninguna lesión. Sin embargo, en algunas ocasiones, la infección está asociada al desarrollo de lesiones precursoras de cáncer que pueden eliminarse con un tratamiento adecuado. En el peor de los casos, estas lesiones pueden evolucionar a cáncer, principalmente de cuello de útero y ano, pero también, más raramente, de cavidad oral y pene.

 

Conclusiones

La cohorte de hombres ha aportado información poco conocida hasta ahora: la elevada prevalencia de infección por VPH en ano en pacientes VIH positivos sin antecedentes de patología anal, tanto en homosexuales (88%) como en heterosexuales (45%), así como de lesiones precursoras de cáncer anal (un 43% de los hombres en total).

En cuanto a las mujeres, los resultados obtenidos muestran que la prevalencia del VPH en el cérvix es de un 60%. Los resultados indican que la mayoría de las pacientes (80%) mantienen de forma persistente la infección durante un mínimo de tres años, y que un 40% de estas mujeres evoluciona hacia una lesión precancerosa de cuello uterino. En este grupo de mujeres también se ha estudiado el impacto de los nuevos tratamientos antirretrovirales de alta eficacia (TARGA) en la reducción de la infección por VPH y en la aparición de lesiones asociadas al VPH. Los diferentes trabajos han llevado a concluir que el control de la carga de VIH y la mejora del número de células inmunitarias con el TARGA se asocia a una reducción de las lesiones cervicales. Estos resultados sugieren que el inicio de la terapia antirretroviral debería ser lo más precoz posible, tanto en hombres como en mujeres.

Finalmente, el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, con el apoyo de la empresa General Lab, ha contribuido a la estandarización y publicación de nuevas técnicas de diagnóstico molecular para la determinación del genotipo de los virus implicados y del estado de integración del virus en las células epiteliales como posible marcador de progresión hacia el cáncer.

 

Los controles rutinarios en la Unidad de VIH

En caso de detectarse alguna anormalidad en la citología anal del paciente, se practica una anoscopia de alta resolución para visualizar la lesión, aplicar una biopsia y determinar el tratamiento. La mayor parte de las lesiones se tratan actualmente con una sencilla técnica basada en infrarrojos que permite eliminarlas en la propia consulta, sin que el paciente deba entrar en quirófano, con las mínimas molestias y con muy buenos resultados. La Unidad de VIH de Can Ruti ha sido la primera de España donde se ha empezado a utilizar esta técnica en régimen ambulatorio.

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